La relación directa y regular es el derecho-deber de la madre o del padre que no tiene el cuidado personal de los hijos, de mantener relaciones personales y contacto directo de forma estable y periódica con los hijos, promoviendo la mayor participación y corresponsabilidad a fin de asegurar las condiciones que fomenten una relación sana y cercana.
La acción de impugnación de la filiación es aquella que tiene por objeto dejar sin efecto la filiación generada por una determinada paternidad o maternidad, por no ser efectivos los hechos en que se funda.
El divorcio lo podrán solicitar ambos cónyuges de común acuerdo que acrediten que han cesado en la convivencia durante un lapso mayor a un año.